
Familias de desaparecidos reconocieron pertenencias de sus allegados a través de un video en vivo, aseguran
Chihuahua, Chih.- El sueño de un mejor futuro terminó para decenas de personas en sufrimiento y dolor, al caer en las garras del crimen organizado que acabó con sus vidas, en un “campo de entrenamiento y exterminio”, ubicado en Jalisco.
Maribel, como se identificó a una de las integrantes del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, aseguró que cientos de personas eran reclutadas sin su consentimiento o en menor caso con conocimiento, en el campo de reclusión ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco.
En entrevista telefónica con El Diario de Chihuahua, Maribel informó que la organización a la que ella pertenece hizo el hallazgo en el rancho Izaguirre, gracias a denuncias anónimas de sobrevivientes del lugar.
Anónimos a la página nos indicaron lo que podríamos encontrar, y con la experiencia que nosotros tenemos en la búsqueda de campo, nos dimos a la tarea de inspeccionar, que fue como dimos con los hornos”.
Al realizar los primeros hallazgos, hicieron un ‘en vivo’ a través de redes sociales, en donde decenas de personas comenzaron a identificar las prendas de sus desaparecidos, incluidas familias de Chihuahua.
“Para nosotros fue muy impactante realizar este hallazgo, es difícil describir la magnitud de lo que ahí se vivió y aunque es darles una luz a las familias de los desaparecidos, es apagarla al mismo tiempo, ya que no los encuentran como ellos querían”.
Distintos medios de comunicación a nivel nacional aseguran que los restos óseos localizados en el predios de 10 hectáreas pertenecen a víctimas originarias de Chihuahua, Jalisco, Estado de México, Oaxaca y Durango, principalmente, así como de otros estados.